Días atrás se conoció la historia de Marcelo Urbano, un albañil cordobés de 58 años que hace unos se enteró que es hijo del multimillonario bodeguero Eduardo Lapania y logró comprobarlo con dos estudios de ADN. El empresario persiste en negar el vínculo pero el trabajador recurrió a la Justicia y exige que lo reconozca.
En una entrevista con TN, Marcelo Urbano contó que su mamá lo dejó al cuidado de su abuela, quien lo crio como si fuera un hijo. El albañil también reveló que a los 14 años se hizo alcohólico y que años más tarde le revelaron la verdad sobre su identidad. Supo también que Eduardo Lapania violó a su mamá, quien trabajaba como empleada doméstica en su casa familia, de manera sistemática. Ella quedó embarazada y, como era de esperarse, su abusar se desentendió de la situación
Por estos días, el nombre de Eduardo Lapania resonó en los medios nacionales. ¿Quién es y de dónde proviene su riqueza? En 1997, el hombre compró una finca en la provincia de Mendoza pese a no tener experiencia en la industria vitivinícola. En sus inicios, comercializaba la uva a grandes bodegas. Dos años después creó la Bodega Don Cristóbal, una empresa familiar de capitales argentino-belgas, ubicada en Luján de Cuyo, sobre la ruta 40, detalla El Trece.
Actualmente, la compañía vende un millón de botellas por año y cuentan con cuatro viñedos propios. Según reveló su hijo -director de la bodega- en una nota a Multitaskers, el 85 por ciento de los productos son exportados a Bélgica, Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Alemania, Qatar, Brasil, China, Francia, Canadá, Dinamarca, Holanda y México.
Es doctor en Ciencias Geológicas de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), fue investigador científico, trabajó en la función pública y fue presidente de una empresa internacional vinculada al desarrollo de yacimientos de petróleo y gas. Además de ser CEO de Bodegas Don Cristóbal, desde 2013 es cónsul honorario de Bélgica en Mendoza, San Juan, San Luis, La Pampa y Neuquén.